Exilio y Muerte de Isabel Ii

La vida de Isabel II posterior a la revolución de septiembre de 1868 comprende un total de treinta y cinco años y medio, de una existencia que alcanzó los setenta y tres años. Tradicionalmente, este largo periodo ha sido mencionado de pasada en la bibliografía, de tal manera que la trayectoria vital del personaje se suele interrumpir con el último de los actos de su vida política: la abdicación de la corona en su hijo Alfonso (XII) el 25 de junio de 1870. A partir de este momento, la figura de Isabel II se evapora de los libros de historia, como si la reina hubiera muerto en aquella fecha.

Este pequeño libro, por el contrario, demuestra que el peso de la reina Isabel, bien como reina madre o como reina abuela, es considerable.

Esa larga etapa es analizada desde múltiples facetas: la salida de España en 1868, las intrigas y manejos que condujeron a su abdicación, su instalación en París en el rebautizado como Palacio de Castilla, la dirección del partido alfonsino o las complicadas relaciones de Isabel II con Cánovas son algunas de ellas. Se hace un detallado examen de sus intermitentes regresos a España a partir de 1876 y, finalmente, de su fallecimiento en París, traslado del cadáver y exequias y funerales en España, con una síntesis de las polémicas y debates que quedaron reflejados en la prensa de la época.