Viejos Caminos, Viejas Historias
López García, Jesús
Viejos caminos, viejas historias es un recorrido real y también una reflexión sobre la deriva del viejo mundo rural, frente a los brutales tiempos que vivimos. El viaje por sierras abruptas, y por cuencas y altiplanos más amables para el hombre, pretende dar vida a lo que la perdió. Las decenas de historias que se cuentan van asociadas a la red de caminos que tejía aquel viejo mundo campesino de aldeas y cortijadas, poniendo de relieve toda una cultura, una forma de afrontar lo que la naturaleza da de bueno y de malo, con escasa mediación tecnológica.
La esencia literaria de Viejos caminos, viejas historias es un buen cobijo para evadirse de la ansiedad a la que nos somete el mundo de hoy. Las reflexiones personales del autor y el apoyo en una visión particular del fraile San Juan de la Cruz, que transitó por estas sierras hace más de cuatrocientos años, forman también una parte importante del cuerpo de este libro. Aunque el escenario directo puede parecer lineal, a través de los términos de Caravaca, Moratalla, Nerpio y Santiago de la Espada, el relato, la visión y la reflexión abarcan todo el mundo serrano y campesino contenido en las sierras de Segura, entendiendo éstas en su sentido más amplio, allí donde convergen las cinco provincias (Murcia, Albacete, Almería, Granada y Jaén). Aunque el camino realizado finaliza en la cumbre de la Yegua de Pincorto (Nerpio), el reportaje literario hay que llevarlo hasta la espina de la Sierra de Segura más específica (entre Santiago de la Espada y Segura de la Sierra).
La obra no es estrictamente de denuncia, pero pretende alertar del enorme atentado que en estas últimas décadas se ha consumado contra un riquísimo patrimonio de índole económica, arquitectónica, cultural y etnográfica, y contra toda una idiosincrasia sobre la vida. Esa pérdida lo ha sido por el abandono rural, pero también por las reinterpretaciones costumbristas que han retratado al mundo campesino y serrano con artificioso bucolismo, de gentes ingenuas y atrasadas a las que tratar con desprecio displicente o con inaceptable paternalismo.
Así pues, Viejos caminos, viejas historias quiere ser una aproximación a la vida latente en los senderos, caminos de herradura, trochas, veredas y el hábitat que entramaban, reivindicando la dignidad de campesinos y serranos.