Mujer

“Mujer” es Sara Monsalve.
Porque “Mujer” es verso. Suma de versos.
                                               
Y eso es Sara Monsalve: verso y mujer; mujer y verso. Indisoluble.

Dice Sara “[…]si vas a desnudarte es para quedarte en cueros”.

Y eso hace ella, quedarse en cueros: […]”soy carne en tus manos”. Y se regala entera. Para que la leas y te quedes ahí… […]”a  medio poema de felicidad”

Sara recorre cada etapa, cada peldaño, cada emoción, cada palabra. Ella hace topografía en la semántica, en el alma misma de cada vocablo. Ella repite mujer pero jamás lees a la misma mujer pese a ser la misma siempre; porque va de eso ser auténtica, honesta, íntegra. Ella es una; inmensa. Y es todas: inmensas. Pasado y futuro. Cimiento y cubierta. Alma y carne. Principio y final.
Camina Sara por cuantas tribulaciones nos roban el sueño-la paz-la calma:
“Se queda la jaula
se marchan las alas”

Suerte que ella es instructora de vuelo libre. Suerte que se regala porque, sin duda alguna:

[…]”volvería para empezarte con la esperanza de que no te acabaras nunca”

Y eso es lo que sucede: que Sara Monsalve y su “Mujer” no se acaban nunca: porque son la personificación de mujer y poesía. Sin contexto-sin concreción-sin frontera-sin tiempo-sin mapa: femenino y verso.
                                          
         Universo libre
                                          
            en el que quedarse a vivir.

“Mujer” es Sara Monsalve.
Porque “Mujer” es verso. Suma de versos.
                                               
Y eso es Sara Monsalve: verso y mujer; mujer y verso. Indisoluble.

Dice Sara “[…]si vas a desnudarte es para quedarte en cueros”.

Y eso hace ella, quedarse en cueros: […]”soy carne en tus manos”. Y se regala entera. Para que la leas y te quedes ahí… […]”a  medio poema de felicidad”

Sara recorre cada etapa, cada peldaño, cada emoción, cada palabra. Ella hace topografía en la semántica, en el alma misma de cada vocablo. Ella repite mujer pero jamás lees a la misma mujer pese a ser la misma siempre; porque va de eso ser auténtica, honesta, íntegra. Ella es una; inmensa. Y es todas: inmensas. Pasado y futuro. Cimiento y cubierta. Alma y carne. Principio y final.
Camina Sara por cuantas tribulaciones nos roban el sueño-la paz-la calma:
“Se queda la jaula
se marchan las alas”

Suerte que ella es instructora de vuelo libre. Suerte que se regala porque, sin duda alguna:

[…]”volvería para empezarte con la esperanza de que no te acabaras nunca”

Y eso es lo que sucede: que Sara Monsalve y su “Mujer” no se acaban nunca: porque son la personificación de mujer y poesía. Sin contexto-sin concreción-sin frontera-sin tiempo-sin mapa: femenino y verso.
                                          
         Universo libre
                                          
            en el que quedarse a vivir.