El último trabajo literario del escritor argentino, Federico Axat, «La última salida», publicada en España por Ediciones Destino es una novela fabulosa y absorbente. Intriga pura con elementos extraordinariamente enigmáticos. Tenía ganas de leer algo diferente, algo que jugara con la mente y te transportara a los límites metafóricos de la ficción y la realidad. Y Federico Axat lo ha conseguido en este perfecto juego arquitectónico, en esta simbiosis, donde magistralmente mueve a sus personajes por los espacios de lo real y lo irreal, de la pesadilla, los sueños, los recuerdos, los acantilados, las metáforas, las trampas de la mente… Si el punto de partida es inquietante, el cuerpo y desenlace de la novela es estremecedor. Un fascinante thriller psicológico, un laberinto literario (con o sin salida), que leerás en un día, porque engancha, se inyecta en tu cerebro y no puedes esperar hasta la última página, ¿la última salida? Magistral. Brutal. Perfecta. Una increíble catarsis de elementos, sucesos, personajes, actos, verdades y mentiras estallan en la maravillosa novela de Federico Axat, creando, así, un cosmos adictivo, con unos personajes que se van entrelazando en diferentes espacios, creciendo en cada página, moviendo ficha, cada uno a su turno para recrearse en un final perfecto y rotundo. Porque en sus páginas todo ocurre y se sentencia, cuando menos te lo esperas. He aquí una gran novela, un descubrimiento para saborear. Resulta imposible abandonar su lectura por lo bien dosificado que esta el suspense, la sorprendente estructura de muñecas rusas y lo apasionado, atractivo y diferente que resulta el protagonista de la misma. Perfecto también el dualismo que domina el pensamiento humano de su principal personaje: cuerpo/alma, bien/mal, vida/muerte, día/noche… Una exquisita historia criminal y psicológica contemporánea. Un suspense perfecto e irresistible. Todo un laboratorio narratológico. En definitiva: Una novela indispensable de un autor que está entre los grandes. La muerte es la conclusión de una locura, o de la locura, o de la vida, o de uno mismo. ¿Qué sé yo? Nadie sabe en qué concluye nada, y mucho menos eso que llaman «la muerte». Pero Axat lo expone todo sobre la mesa. Lo disecciona con la máxima y elegante precisión narrativa. No sabemos, ni conocemos, ni siquiera advertimos la lógica de su absoluto conocimiento. Si os gusta el suspense psicológico y descubrir sorpresas, os la recomiendo.