La Teoria de la Democracia en el Mundo Real
Shapiro,Ian
Berlin gustaba de clasificar en dos grandes grupos a los pensadores. Por un lado los
zorros, para los que la realidad es compleja, inasimilable, diversa; por otro los erizos, para los
que ha de existir un principio organizador que posibilite una explicación coherente de la
pluralidad, un orden. Ian Shapiro se define a sí mismo como «aspirante a erizo», y este libro es
uno de los capítulos de su viaje intelectual en ese sentido. Tal y como el título nos adelanta, en él
encontramos teoría y práctica. Y, tanto en la una como en la otra, la pluma de Shapiro va más allá
de los discursos habituales y obliga al lector a revisar presupuestos y a adoptar una perspectiva
distinta a la establecida. Locke se presenta aquí como defensor de la legitimidad democrática, y
no (o no solo) como liberal. Madison aparece como defensor de una teoría pluralista de la
democracia que Shapiro defiende como el mejor recurso a nuestro alcance contra la dominación.
Pero esas y otras singularidades teóricas no se presentan aisladas, redactadas en exclusiva para
la torre de marfil. Muy al contrario, se entremezclan y se traen a colación al alimón con la
realidad de nuestro mundo. Y, así, la teoría de la democracia se esgrime para lidiar con el aborto
y el papel de la revisión judicial, o con los procesos de paz y las transiciones a la democracia, o
con el cosmopolitismo y el derecho a la injerencia, o con la eliminación del impuesto de patrimonio
y los turbios procedimientos previos tendentes a encauzar la opinión pública mediante la
preparación de encuestas sesgadas. Estamos ante un teórico, y uno de primera línea. Pero un
teórico que, a diferencia de otros, desciende al mundo real y se las ve con él