La Buena Vida
Rovira Celma,Alex
El autor catalán Alex Róvira (Barcelona, 1969) usa de la psicología como terapia a través de la de la literatura (ensayo, cuento, etc). Este libro es un ensayo en el que se pretende desdeñar qué es la buena vida. Para ello, el autor regala un sinfín de buenas palabras, hermosas y reconfortantes, que nos enseñan que la buena vida está en cada uno de nosotros y que alcanzar nuestros sueños depende de esos pequeños gestos cotidianos. Con este libro, el lector -si se deja aconsejar- podrá aprender a disfrutar del tiempo, a confiar, a liberarse de las pesadas cargas y en definitiva, a andar por el camino con los pies firmes en el suelo y sin dejar de perseguir sus sueños.
La calidad de nuestra existencia es el resultado de las decisiones que tomamos en cada uno de los momentos vividos y del cultivo de las actitudes positivas. Pero ¿qué es la vida?
Nuestro caminar discurre en paralelo a los designios del tiempo, sujeto a las agujas del reloj, y acompaña el ritmo de nuestros corazones. El pesimismo, la hipocresía o la resignación interrumpen nuestros pasos en este viaje y a veces se incrustan como piedras en nuestros zapatos. Con todo, pese a los golpes de nuestra existencia, podemos tener amor, esperanza; podemos luchar por la dignidad propia y la del otro, construir nuestro destino en la voluntad de servir. Crear la felicidad para los que nos rodean, aquellos a quienes amamos. Seguir mirando al frente y avanzar. La vida es bella, será bella, si decidimos poner la belleza en ella, si decidimos comprometernos y lo hacemos a cada instante. Quizá ése es el gran reto y el sentido de nuestra marcha.
Álex Rovira nos ofrece una obra reveladora y gratificante, un torrente de buenas palabras, de hermosas y reconfortantes palabras, que nos enseñan que la buena vida habita en nosotros mismos y que la consecución de nuestros sueños se esconde tras los gestos más cotidianos. La Buena Vida nos enseña a disfrutar del tiempo, a elegir, a confiar, a desarrollar nuestra fuerza interior; nos impulsa a liberarnos de las pesadas cargas y nos muestra que el camino se anda con los pies firmes en el suelo y la mirada siempre hacia las estrellas.