Herminio
Conversaciones con el Hombre y el Artista
Vallina Vallina, Alicia
Herminio Álvarez, conocido simplemente como Herminio, es el artista asturiano vivo más reconocido a nivel nacional e internacional. Nacido en el pequeño pueblo asturiano de La Caridad, es descendiente de la conocida familia de los Xacobos, personas muy especiales e inquietas, de gran capacidad creativa y artística. De este modo, y junto a su tío materno Angelín, apodado el Ferreirio, forjador de hierro, se reunía de niño para tratar de construir el más fabuloso de los inventos: una máquina que estuviera en movimiento perpetuo sin emplear ningún tipo de energía adicional. Desde entonces esa obsesión se convirtió en su vida. Sin embargo, el dinero escaseaba y tuvo que inclinarse por continuar con el oficio familiar: el de tejedor. Después, se embarcó en la aventura de regentar un supermercado, y no fue hasta aproximadamente los 45 años cuando puso en marcha su auténtica vocación: la del arte. Comenzó pintando cuadros de paisajes, naturalezas muertas y flores que firmaba con el apelativo cariñoso por el que era conocido en el pueblo: Memi. Incluso ejerció como miniaturista, pero todo cambió cuando entró a formarse, gracias a la recomendación del crítico de arte asturiano Jesús Villa Pastur, en el taller de arte experimental del ovetense Humberto García del Villar. Herminio comenzó a realizar esculturas en cartón prensado, material barato y fácil de obtener. Expuso en la galería Cornión de Gijón, en la galería Amaga de Avilés o en la galería ovetense de Carmen Benedet. Más tarde se inclinó por emplear la madera, especialmente de castaño, y así, mostró sus obras en la galería Vértice de Oviedo en 1998, lo que le abriría las puertas de la feria internacional arco.
En su continuo interés por la experimentación y el aprendizaje, Herminio se decantó por emplear nuevos materiales con la intención de dar un sentido perenne y duradero a sus obras. El magnetismo terrestre había sido desde niño su principal preocupación, así que decidió sustituir la madera por el acero inoxidable y el aluminio, aptos únicamente para trabajar con imanes. Las tensiones, los pesos, la gravedad, se convirtieron, desde entonces, en la razón fundamental de su universo artístico. Sus obras se encuentran, hoy en día, en museos y colecciones privadas de la talla de la Colección Dove de Nueva York, el Museo de Bellas Artes de Asturias o la Fundación Princesa de Asturias, entre otros.