Critica de la Razon Juridica
Nieto,Alejandro
Cambia el mundo, cambian las leyes, todas las ciencias evolucionan y únicamente la Razón Jurídica permanece inmóvil y ensimismada, distanciándose cada vez más de la realidad. Este libro pretende aproximarse al Derecho a la luz de la experiencia y del sentido común, dejando a un lado los escombros de la erudición estéril, la inercia cómoda, el pragmatismo engañoso y la falsa autoridad de Autoridades que han dejado de serlo. El texto empieza con una cita medieval estimulante: ½tu cogitabis+ (piensa por tu cuenta); pero a la larga no es optimista, porque conoce la terrible verdad formulada por Max Planck hace muchos años: ½Un progreso científico no triunfa por medio del convencimiento de sus oponentes, haciéndoles ver la ley, sino más bien porque dichos oponentes llegan a morir y aparece una nueva generación que se familiariza con ella+. En la vieja contraposición entre Derecho normado y Derecho practicado, el autor se inclina por este último, cuyas diversas modalidades analiza (la judicial, la doctrinal y la social), dejando en un segundo plano al Derecho de papel de los Boletines Oficiales, aunque ello suponga negar frontalmente el monopolio estatal de producción y control de las normas jurídicas. Porque el Derecho no está sólo en las normas sino, más bien, en los actos de su ejecución, aplicación
Cambia el mundo, cambian las leyes, todas las ciencias evolucionan y únicamente la Razón Jurídica permanece inmóvil y ensimismada, distanciándose cada vez más de la realidad. Este libro pretende aproximarse al Derecho a la luz de la experiencia y del sentido común, dejando a un lado los escombros de la erudición estéril, la inercia cómoda, el pragmatismo engañoso y la falsa autoridad de Autoridades que han dejado de serlo. El texto empieza con una cita medieval estimulante: «tu cogitabis» (piensa por tu cuenta); pero a la larga no es optimista, porque conoce la terrible verdad formulada por Max Planck hace muchos años: «Un progreso científico no triunfa por medio del convencimiento de sus oponentes, haciéndoles ver la ley, sino más bien porque dichos oponentes llegan a morir y aparece una nueva generación que se familiariza con ella».
En la vieja contraposición entre Derecho normado y Derecho practicado, el autor se inclina por este último, cuyas diversas modalidades analiza (la judicial, la doctrinal y la social), dejando en un segundo plano al Derecho de papel de los Boletines Oficiales, aunque ello suponga negar frontalmente el monopolio estatal de producción y control de las normas jurídicas. Porque el Derecho no está sólo en las normas sino, más bien, en los actos de su ejecución, aplicación y práctica.