Atocha 55

En enero de 1977, bajo la presidencia de Adolfo Suárez, se promulgó la Ley 1/1977 para la Reforma Política. Franco había muerto dos años antes y la ciudadanía se pronunciaba a favor de la democracia de partidos, la libertad y la amnistía para los presos políticos, pero las estructuras de la Dictadura se resistían a perder sus privilegios. La noche del 24, un comando de extrema derecha irrumpió en un despacho de jóvenes abogados laboralistas de Madrid, militantes del Partido Comunista. Fueron asesinados Luis Javier Benavides, Francisco Javier Sauquillo, Enrique Valdelvira, Serafín Holgado y Ángel Rodríguez. Resultaron gravemente heridos Miguel Sarabia, Luis Ramos, Dolores González y Alejandro Ruiz-Huerta. Fue en el número 55 de la calle Atocha, en Madrid. "Atocha 55" pone el foco en los rostros y voces de aquellos letrados. Joaquín Pérez Azaústre, uno de los autores más reconocidos de la nueva generación, se adentra en las motivaciones éticas y políticas que los condujeron al ejercicio de la abogacía en la defensa de los obreros y de los presos políticos al final del franquismo. El idealismo y la justicia social, pero también el afán constructivo, en un sentido cívico de la convivencia, fueron algunas de sus motivaciones y las bases de nuestra democracia. O el entendimiento entre contrarios, encarnado en la figura del decano del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio Pedrol Rius, que había sido fiscal contra los jefes de las checas en Madrid tras la guerra civil y que, estando contra el comunismo, se posicionó con sus compañeros, jóvenes juristas y víctimas de aquel crimen terrible que conmocionó a España y que inundó las calles, tras una manifestación masiva que aún se recuerda, de un atronador silencio.