Lobo de Nieve
¡Que tenga cuidado todo aquel que entre en el mundo de hielo ya que el lobo de nieve estará defitivamente al acecho en algún lugar! ¡Con su pelaje blanco, el fiero lobo puede pasar casi desapercibido en la nieve y después, en el momento justo, tender una emboscada a sus adversarios! Ni siquiera el menor movimiento pasa desapercibido ante su vista de águila, y con su desarrollado sentido de olfato, es capaz de seguir el rastro más sutil. Es solitario y muy tenaz, por eso no tiene ningún problema para intimidar al enemigo. Pero cuando necesita ayuda, llama al dragón del hielo con su aullido. Los enemigos del dúo del hielo tiemblan ante ellos no solo por el frío. Al lobo de nieve no le gusta el mundo de la lava (demasiado calor) ni el mundo del agua. Si no tiene sed, para él el agua debería de estar congelada.