¿Necesitas ayuda? Llámanos al 967 225 863
de LUIS MARCOS NOGALES
de LUIS MARCOS NOGALES
Se discute mucho sobre la caída del Viejo Imperio romano:
hay quien dice que se rompió la cadera antes y otros afirman en cambio, que se
la fracturó después. Lo cierto que su vertebrada osamenta se hizo añicos
señoriales por toda Europa. Todo un trauma en su momento. Nació la Edad Media
como todos, dolorida y sin memoria, pero poco a poco fue creciendo, llegando a
la lozana época de la Universidad. Y aunque, ya talludita, casi se muere de
peste, sobrevivió y acabó muriendo de escorbuto en mitad del Atlántico, ya en
la ancianidad.
Adéntrense en este mundo apasionante de bizantinos
galenistas, musulmanes, aristotélicos, alambiques, jarabes y hospitales; de
monasterios con botica, reliquias sin efectos secundarios y escuelas
catedralicias.
En el siglo XIII ya habían florecido de nuevo el comercio y
las ciudades. Los burgueses eran profesionales variados entre los que había un
especimen muy importante y simpático: ¿el médico? ¡Qué va! El farmacéutico. Fue
entonces cuando las dos profesiones se separaron formal y amistosamente.