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de INIESTA, ALBERTO
de INIESTA, ALBERTO
Partiendo de la fe única y permanente de la comunidad cristiana -¡ycuidado con identificar fe y dogmática!-, la teología busca unaconstante encarnación en el contexto humano en el que se anuncia y sepretende vivir la fe, precisamente para conservar, debe cambiar,escuchar, para poder anunciar, adaptarse, para fermentar, obedecer,para profetizar: pero obedecer a lo real humano y sus leyes físicas yculturales, obedecer a los signos de Dios que se trasnsparentan en lahistoria humana desde que la historia es historia de salvación,historia de Dios, para, en nonbre de éste, profetizar, decir unapalabra iluminadora, juzgadora, interpeladora, destructora del pecadoy recreadora del hombre nuevo o, lo que es lo mismo, de las nuevasactitudes del hombre para que pueda llegar a ser un hombrerenovado.Sin caer en la adaptación ligera y superficial, la teología debe estar realizando siempre un "reajuste de onda", una búsqueda de sintoníaentre la onda de Dios y el receptor humano.Esto es lo que pretende hacer Alberto Iniesta, que da a este primertomo de su Teopraxis el título general de Espíritu y Misión "comoreconocimiento de que todo lo que pueda hacer en estas páginas de luzy de aliento procede del Espíritu del Señor, que vivificaincesantemente a su Iglesia por innumerables mediaciones y misiones".