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de CODINA, VÍCTOR
de CODINA, VÍCTOR
Víctor Codina nos ofrece su experiencia eclesial de lo ocurrido enSanto Domingo, no una fría crónica de fechas y datos. Él estuvo allícomo asesor oficial de la Conferencia episcopal boliviana y pudocaptar, por ejemplo, los momentos más significativos, las líneastemáticas de la Asamblea o las limitaciones que fueron impuestas a los obispos.Con todo ello nos ofrece una crónica testimonial de lo que, más alláde los esquemas teológicos resultantes, constituye una nuevaoportunidad que confirma la importancia de las iglesias locales yaviva la esperanza del anuncio de la Buena Noticia a los pobres,vistos por primera vez con "rostros plurales".Jon Sobrino, por su parte, intenta ver qué "vientos" soplaron en Santo Domingo y si éstos van en la línea de la refrescante brisadesencadenada en Medellín y proseguida en Puebla. Para el teólogosalvadoreño abundaron quizá más las sombras que las luces, por lo quepiensa que no cabe la exultación, pero tampoco el abatimiento. Puedeque Santo Domingo haya sido una oportunidad perdida para ahondar entareas eclesiales y evangelizar más decididamente la cultura, pero hay que "poner a producir" lo allí conseguido, porque el mismoacontecimiento -y no tanto los textos que produjo- lo permite. La"brisa de Medellin", a pesar de todo, persiste en la Iglesia deLatinoamérica, y, en cualquier caso, contra viento y marea, son muchos los que siguen adelante, porque el Espíritu de Jesús sigue actuando.