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de SIETECASE,REYNALDO
de SIETECASE,REYNALDO
Sietecase era y es una rara avis en el circunspecto mundo de lapoesía. No pertenece a ningún grupo literario, ni escuela, ni cenáculo autorreferencial. No busca congraciarse ni formar parte de antologías o suplementos literarios, prefiere relacionarse con colegas ymúsicos, con los que colabora en forma permanente, incluso, sobre elescenario. Sietecase no tiene paz pero tampoco pide clemencia. Y sededica a hacer algo impensable para la mayor parte de los poetascontemporáneos, tan proclives a sobarse el ego: poesía.
Estaantología incluye poemas de todos sus libros y una decena de inéditos. Nadie es de nadie es una cuidada muestra de su obra. Tres décadas depoesía, sin que el sólido narrador ni el reconocido periodista lodistraigan de su oficio de poeta. Sietecase escribe para las «pequeñas multitudes». Para una «inmensa minoría». Para los aristócratas de lasensibilidad. Para los que se atreven a reír y pensar. Al fin, supoesía cruza el mar.
Mariano Schuster
Conocí una persona que podría haberme explicado la poesía. No le pedíexplicaciones entonces y no las voy a pedir ahora. Mía fue la era deoro de la vida privada, entiendo que busqué entonces el refugio de lapoesía. Reynaldo Sietecase, que es un hombre de palabras dichas y pordecir, se ofrece a la poesía. Al caudal que refluye en el misterio noresuelto. Y se contesta a sí mismo. Tiburones con impermeablesamarillos, sexo, política, verbo y misterio. Poetas como ReynaldoSietecase escriben en voz alta, y los leemos como quien escuchadeclamar a un príncipe.
Andrés Calamaro