¿Necesitas ayuda? Llámanos al 967 225 863
de AIRA, TONI
de AIRA, TONI
Las emociones y los sentimientos han sido siempre determinantes enpolítica. Pero ¿por qué ahora ocurre más que nunca? Nos proponemosmostrar cómo y por qué las emociones dominan el mundo, para ser menosprisioneros de ello.
¿Quién no ha leído algún tuitde Donald Trump y no ha percibido su odio latente o expreso? Seguroque más de uno ha visto algún fragmento de los debates sobre el Brexit o sobre la crisis del coronavirus, ahí con Boris Johnson luchandoinfatigable contra los elementos. ¿Y aquel eufórico «asaltar loscielos» de Pablo Iglesias? ¿Y lo bien que nos hizo sentir PedroSánchez cuando se estrenó como presidente diciendo que dejaría atracar en España el barco con migrantes que Matteo Salvini había bloqueadoen Italia?
Quizás habrás visto algún meme de los muchos quese hicieron sobre el canadiense Justin Trudeau a lo príncipe azul enuna foto junto a Melania Trump. Y no niegues que, pasada la grancrisis, has oído hablar en más de una ocasión sobre la admiración quedespierta Angela Merkel. Y de la irritación que despierta el discursode Abascal, no caben dudas... ¿Qué hay de verdad