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de HELENA LUNAZZI
de HELENA LUNAZZI
La propuesta apunta a generar en los entrevistados una experiencia relevante, que pretende abrir su demanda de saber y favorecer el cambio de una posición subjetiva de ajenidad ante sus síntomas.
El aporte se inspira en el trabajo de Herbert Phillipson, quien se consagró a mostrar el potencial valor terapéutico de los procedimientos de evaluación psicodiagnóstica y los concibió como una aventura en común entre entrevistador y entrevistado.
La propuesta de la Clínica de la Pantalla se inspira en configurar un dispositivo dentro del cual se propicie la construcción del alojamiento subjetivo y se desestime el de lugar de pasaje, sin que nada se haya movido, reconocido, escuchado, reflexionado. Se enlazan y explicitan teoría, técnica y clínica al proponernos reflexionar y rescatar la potencia generadora de transformación saludable que se despliega a menudo en el Proceso Psicodiagnóstico. Se refuerza el carácter de espacio clínico, significativo y movilizador para los protagonistas del proceso psicodiagnóstico.
Se ilustra la técnica PDI (Post Drawing Interview), entrevista posterior a los gráficos y materiales proyectivos como una intervención orientada a generar implicación subjetiva mediante los indicios enigmáticos, los significantes que cuentan un saber más allá del admitido conscientemente.
En el Capítulo Derecho a réplica se analizan algunos de los errores conceptuales y críticas dirigidos a la evaluación psicológica.
Todos los psicodiagnosticadores somos o hemos sido testigos de la irrupción de dimensiones subjetivas inesperadas para el propio sujeto, memorias disruptivas o historias o dibujos sugerentes, que se manifiestan o afloran en el proceso psicodiagnóstico. Dimensiones que escapan al registro voluntario del consultante y al nuestro, regulado técnicamente. Un silencio muy prolongado
una risa fortuita
impactantes omisiones o un aditamento bizarro en los gráficos, recurrencias temáticas en el texto Rorschach