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de SANDRIN, LUCIANO
de SANDRIN, LUCIANO
Por causa de su fragilidad, la vida tiene que ser cuidada en susdiversas expresiones, entre otras cosas, esto hace que la pastoral sea creativa. Como cristianos, estamos llamados a transformar el recuerdo en obras que se conviertan en imitación y profecía, estamos llamadosa buscar y a encontrar a las personas allá donde verdaderamente están. Porque estas también se encuentran, ciertamente, en tantos momentosalegres y felices. Ahora bien, es en la fragilidad del dolor donde amenudo los afligidos buscan en nosotros una escucha y un signo de lapresencia amistosa de Dios. Y Dios acepta que le encontremos en lasmediaciones humanas.La persona humana, en su ser individual y comunitario, es el primer camino que la Iglesia debe recorrer en el cumplimiento de su misión: es la primera y fundamental vía de la Iglesia, una víatrazada por Cristo mismo, una vía que pasa inalterablemente por elmisterio de la Encarnación y por el de la Redención. Y esta, de manera especial, es la vía de la Iglesia, cuando elsufrimiento entra de algún modo en su vida.Una Iglesia atenta a las personas que, en formas diversas, viven laexperiencia de una vida frágil, una Iglesia marcada de manerasdistintas por el dolor recorre el camino preferido por su Señor, ytodavía hoy, de hecho, se le puede encontrar misteriosamente en losmás frágiles.