¿Necesitas ayuda? Llámanos al 967 225 863
de HONTORIA MACEÍN, ALBERTO
de HONTORIA MACEÍN, ALBERTO
Charlotte acercó el rostro al microscopio. Anonadada, comprobó que aquel microbio anónimo no se había marchado. Charlotte, que tenía la suficiente experiencia para reconocer casi cualquier microorganismo, estaba segura de que tenía ante sus narices una forma de vida ignota, aún innominada. Con más consternación que deleite, Charlotte asumió que había realizado un descubrimiento.