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de CODA, PIERO
de CODA, PIERO
Podemos decir que el agudo y doloroso malestar existencial queconstatamos en muchos contemporáneos nuestros se debe a la falta derespuesta a la cuestión clave sobre el sentido último de la vida. Sehace necesario proponer hoy la cuestión de Dios con mayor firmeza, deuna manera genuina y honesta, con apertura de espíritu y sinprejuicios. Y esta cuestión es universal, pues todas las grandescivilizaciones han nacido a partir de una precisa experiencia deDios.En estas últimas décadas, y de un modo creciente, gracias sobre todo a los medios de comunicación y a los descomunales movimientosmigratorios, las religiones empiezan a encontrarse y contrastarseentre sí. Todo esto representa un desafío enorme a la imagen cristiana de Dios, que está llamada a reencontrar en la originalidad delacontecimiento de la revelación en Jesús la posibilidad de dialogar yde interpretar teológicamente el significado del pluralismo de lasreligiones en el único proyecto divino de salvación. Esto implicadilatar las categorías de comprensión propias del cristianismo ?quehasta ahora estaban modeladas en su mayoría por el encuentro con lafilosofía griega y las culturas de los pueblos de Occidente? a unaescala más universal y más coherente con el acontecimiento de Jesús.