¿Necesitas ayuda? Llámanos al 967 225 863
de ANTONELLA REVECO
de ANTONELLA REVECO
Gregorio, en vez de salir a jugar en el recreo, buscaba varios lugares cómodos para dormir, como el marco de la puerta, escondido entre las mochilas o bajo el refalín. La profesora Lucila, preocupada, le preguntó si dormía en la noche. Gregorio respondió que no porque tiene pesadillas. La profesora Lucila lo abrazó y le dijo: —No tengas miedo, piensa en tu ángel guardián. "Créeme, es verdad; no es cuento, hay un Ángel Guardián"...